Competir
con excelencia en los mercados internacionales en plena era de la economía
creativa, donde la ideas aplicadas transforman las naciones, le plantea a la Colombia
exportadora retos muy desafiantes como: diversificar productos y servicios
exportables; abrir o profundizar más destinos de exportación; aprovechar los acuerdos
comerciales vigentes; o engranar mejor su cadena de valor con otros mercados
externos.
A
ese esfuerzo nación, se ha sumado desde mediados de 2013 el Programa deEmpresas de Excelencia Exportadora, conocido como el “Programa 3E”, liderado
por CAF.
Se
trata de un trabajo de involucramiento colectivo entre el sector público
(Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, Proexport, Bancoldex,
APC-Colombia), el privado (Davivienda, CAF, Analdex, Confecámaras, Icontec y
las Cámaras de Comercio de Aburrá Sur, Barranquilla, Bogotá y Cali) y la academia
(CESA), quienes se asocian para ayudar a las empresas exportadoras de bienes no
tradicionales en Colombia a potenciar sus modelos de negocio exportador.
El
Programa ya probó éxito en 2013 con una primera ola de 10 empresas exportadoras
participantes de distintas regiones. En Bogotá se le midieron, Corferias,
Fundación Santa Fe de Bogotá, Guirnaldas y Fepco; en el Aburrá Sur, Distrihogar e Intercolor; en Cali, Multipartes
y en Barranquilla, Gralco, Superbrix y Moduart.
A
través de un acompañamiento colectivo in
situ de 4 meses con participación de la alta dirección de las empresas, el Programa
3E aporta un valor agregado en cada empresa beneficiaria que se centra en que:
(i) enseña herramientas que facilitan evaluar, mejorar e innovar los modelos de
negocio exportador de las citadas empresas exportadoras, usando herramientas de
innovación como el Business Model Canvas
y (ii) logra entregar de forma más pertinente y personalizada la oferta de
desarrollo empresarial, financiera y no financiera, de los mencionados socios
del Programa.
La
inevitable verdad es que en la era de la economía creativa, los modelos de
negocio exportador ya no duran, porque la vida útil de las ventajas
competitivas se acortan; por eso, hay que estar innovándolos constantemente. “Duran
lo que dura un yogur en la nevera”, dice el creador de la herramienta del Business Model Canvas, Alex Osterwalder,
quien cree más importante en el mundo de hoy promover el espíritu de iteración,
alineación e innovación de las organizaciones y sus líderes, alrededor de sus
modelos de negocio, y no solo y aisladamente alrededor de sus productos o
servicios exportables.
La
excelencia exportadora ya no es fruto de un ambiente macroeconómico sano como
el que vive Colombia; ni de una buena redacción de una visión, misión y
objetivos estratégicos; ni de un buen plan estratégico redactado a principios
de cada año, como se pensó en tiempos pasados.
La
excelencia se logra cuando se crea, se entrega y se captura valor alrededor de
una lógica empresarial inserta en un modelo de negocio que se visualiza, se mejora
e innova, en cualquier momento, usando herramientas de estrategia e innovación
del siglo XXI.
Quien
conoce la lógica de su modelo de negocio compite mejor, lo hace con mayor
rapidez y rentabilidad. Los fracasos los recoge como oportunidades para reemprender
de manera rápida y barata.
La
Profesora de la Universidad de Columbia, Rita Gunther McGrath, pregona que ya
no debemos perseguir ventajas competitivas duraderas, pero sí las transitorias.
Es decir, las ventajas pasajeras que otorgan los modelos de negocio bien liderados.
Para liderar, la premisa ya no es “si no está roto, no lo arregle”; sino “sépalo
romper, y mejor con ayuda de los socios del Programa, antes de que sea
demasiado tarde”.
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