lunes, 28 de enero de 2013

Adiós a la otrora legitimidad del Programa de Transformación Productiva


Cuando se diseñó en el 2008 el Programa de Transformación Productiva ("PTP") en el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo se consensuó con los sectores productivos interesados en participar que el PTP no sería ni el diseño de una política industrial de sectores ganadores al estilo de los años 50 o 60, ni la selección arbitraria de sectores de acuerdo con intereses individuales.
Tampoco sería un programa para la entrega de subsidios a sectores participantes; ni serviría para restringir la competencia externa en los sectores seleccionados vía aranceles o impuestos.
Así, el sector privado aceptó trabajar en alianza público privada con esta "regla de oro": la competitividad no se buscaría artificialmente con: devaluación; aranceles proteccionistas; o subsidios.
Admitieron que las condiciones para competir en 2008 con relación a las que se tenían quince años atrás habían cambiado: el país se había encarecido, la moneda se había revaluado, y los colombianos ganaban más dinero, gracias a la mejora en seguridad y confianza país.
Iniciado el programa, su transformación productiva se impulsó trabajando en alianza público privada y enfocados en ejes transversales como la educación pertinente al sector productivo, las reglas de juego estables y adecuadas, la infraestructura productiva o la innovación.
Por eso cinco (5) años después, y luego de incorporar el PTP en el Plan Nacional de Desarrollo 2010-2014 y de entregarle su administración a Bancóldex, pasos que se aplaudieron en su momento, el Gobierno Santos ahora presionado por la coyuntura económica y por intereses electorales, le arrebata los criterios de legitimidad al PTP.
El pasado 22 de enero, en un desafortunado discurso en la inauguración de la XXV Colombiatex de las Américas, el propio Presidente de la República sepultó de tajo los criterios de legitimidad que sostenían el PTP.  
Violó la "regla de oro" otorgando a un solo sector del PTP, el Sistema Moda, lo que los demás sectores participantes sabían que no se lograba con el programa: aranceles proteccionistas para restringir la competencia legal.
Le abrió un boquete tal que ahora el PTP se convierte en todo lo que en 2008 se dijo que no sería.
Un día después de la inauguración de Colombiatex, mediante el Decreto 074 de 2013, el Gobierno nacional estableció un arancel proteccionista para el sector confecciones y calzado.

No fue un arancel para atacar ventas a precios deslealmente bajos porque para eso se surte una investigación para aplicar  derechos antidumping (Decreto 2550 del 15 de julio de 2010). El arancel fue proteccionismo puro y clásico solo para un sector del PTP.

Ahora, los otros sectores del PTP, tanto manufactureros como agroindustriales, podrán ejercer en adelante su derecho a pedir aranceles proteccionistas o mejor aún nuevos subsidios.  

Para completar este triste final de la legitimidad del PTP se debe destacar que las medidas proteccionistas se anunciaron sin definición técnica o, peor, sin apego total a la verdad.

Estas son las dos perlas del discurso del Presidente en el XXV Colombiatex del pasado 22 de enero:

(a) Santos dijo frente al arancel específico para las confecciones y el calzado que: "Hemos tomado la decisión que sea 4 dólares por kilo".  Al día siguiente, el arancel subió por arte de magia un dólar más, se fijó en 5 dólares por kilo.
  
(b) Y cerró el Presidente diciendo que "esta medida la vamos a tomar por un periodo de 6 meses, mientras terminamos el estudio que estamos ya elaborando para tomar unas medidas antidumping más permanentes." Al día siguiente, la medida quedó vigente por un (1) año.

Para redondear este desfortunado episodio de nuestra transformación productiva se debe evidenciar que el Gobierno tampoco será tímido ni para pedirle al Banco de La República devaluación de la moneda para irrigar competitividad por diferencia en cambio; ni para usar el presupuesto nacional 2013 para paliar, vía jugosos subsidios, la crisis por la que atraviesa la agricultura colombiana.

En fila ya esperan los próximos subsidios los productores de café - ya han recibido en los últimos 29 meses de Gobierno casi 800 mil millones de pesos -, cacao, arroz, algodón, maíz y leche, para contar solo los que bien presionan.

Así, los subsidios empezarán a llegar a los sectores agro del PTP, primero al sector lácteo cuya protección arancelaria ya se edifica, y luego al sector cacao.  

Los gremios agrícolas e industriales del PTP, ya saben que no deben bajar la presión, ni las protestas, para asegurar y respaldar subsidios o la protección arancelaria del Gobierno Nacional, algo que siempre estuvo descartado de plano en todos los planes de negocio sectoriales.

Lo que era el PTP, ya no lo es. Adiós a sus criterios de legitimidad. Colombia revisita un modelo de proteccionismo y subsidio selectivo que ya sabemos no transformará como toca nuestro aparato productivo. ¿Y todos tan tranquilos?